Un Blues

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30 jul 2015

Novelas negras para el verano (II): Thrillers, clásicos y alguna sorpresa

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Vamos con la segunda tanda de propuestas después de los cuatro cracks contemporáneos que rescatamos ayer. Hoy toca el turno a una variopinta selección que va desde la gran señora de todo este tinglado (Patricia Highsmith, of course) hasta algunas pequeñas editoriales, pasando por el thriller del año (Soy Pilgrim, de Terry Hayes), un cómic o algunas recopilaciones curiosas. 
¿Por qué estos y no otros? Pues al igual que ocurría ayer con Connolly, Lemaitre, Nebo y Child, porque esto es lo que he leído, de lo que honestamente puedo hablar, lo que me ha emocionado. Lean y disfruten.
Patricia Highsmith. La meritoria labor que está haciendo Anagrama para reeditar a la gran Highsmith la devuelve al primer plano literario.
 La creadora de Ripley, la responsable de Crímenes imaginarios (que siguen copiando y copiando autores de todas condición y latitud), la destructora de la tranquilidad moral es siempre una buena lectura. 
De invierno, de verano, de playa, de ciudad. 
Ahora acaban de reeditar Carol, la novela de amor homosexual de Highsmith, donde el germen de la infelicidad y la intranquilidad también está presente. Viva Patricia!
Soy Pilgrim, Terry Hayes (Salamandra, traducción de Cristina Martín). Una pesadilla terrorista perfecta; un hombre solitario, turbio y fascinante a la caza de un terrorista que puede acabar él solo con Occidente; una trama policial en medio; un conocimiento brutal y una descripción precisa de algunas interioridades de los servicios secretos; el thriller del año
. Eso, y muchas cosas más, es esta primera novela de Hayes, guionista de éxito en Hollywood durante décadas y que desembarca en el mundo de la novela con un libro brutal, mucho más que un pecado culpable, una lectura perfecta para verano.
Ciudad de Bohane, Kevin Barry (Rayo Verde, traducción de Javier Calvo). Vuelvo a recomendar esta novela por original, poderosa, distinta. 
Una narración sobrecogedora de la lucha de una panda de desalmados que sólo conocen la violencia y la destrucción por controlar un agujero infecto, su agujero. 
Una historia de mafias, del amor que puede surgir entre la peor gente, de la desesperación y la lucha por la supervivencia en una ciudad más allá de la mitad del siglo XXI.
 Pero no esperen una novela lenta. Ciudad de Bohane emociona, inquieta, entretiene y fascina. Una lectura de verano muy diferente.
 Una distopía negra.
DOS RECOPILACIONES
Diez negritos, VV. AA(Alrevés). Una ventaja de los libros de relatos es que se pueden tomar y dejar y volver a tomar sin problema. 
Si además se juntan un buen puñado de escritores y una buena coordinación (a cargo de Alex Martín y Javier Sánchez, dos sabios de esto con un amplo catálogo de publicaciones a sus espaldas) pues sale un tomo como este. Víctor del Árbol, Claudio Cerdán, Berna González Harbour, Susana Hernández, Toni Hill, Jordi Ledesma, Jorge Navarro, Alexis Ravelo, Aro Sáinz de la Maza y Carlos Zanón. Necesitan poca presentación. Disfruten.
El cuerpo del delito. Antología de relatos policíacos clásicos (Siruela, Edición y traducción de J.A. Molina Foix). Es uno de estos libros que hacen que comprendas el prestigio de algunas editoriales. En este caso, no sólo es una publicación cuidada sino que el editor nos regala un prólogo magnífico y algunos textos no tan comunes en el género. Tenemos a Mark Twain, a Wilkie Collins o a Maurice Leblanc junto a Edgar Allan Poe, Arthur Conan Doyle o G.K. Chesterton.
 Una joya.
Yo asesino, Antonio Altalarriba y Keko (Norma Editorial). No soy un lector asiduo de novela gráfica pero esta me dejó profundamente impactado. 
Hay otros muchos, algunos ya clásicos, que están recogidos en este excelente texto de Eneko Ruiz. Si son fans, disfruten; si no lo son, atrévanse.
Las caras del mal, Mónica G. Álvarez (Luciérnaga). Normalmente nos acercamos a la muerte y al crimen a través de la ficción.
 Pero la realidad es oscura y está poblada de psicópatas de los que a su vez beben los autores. 
En este libro se hace un repaso de algunos de ellos desde distintos puntos de vista. 
Una lectura amena para aficionados al lado oscuro.
OTROS
No quiero dejarles de recomendar libros que no son los clásicos de playa, pero que merecen la pena y mucho.
No dejen de leer a Carlos Zanón, reciente premio Hammett en Gijón por Yo fui Johnny Thunders. (Tampoco se pierdan su Tarde, mal y nunca, por ejemplo).
Atrévanse con el calibre de la apuesta literaria de Víctor del Árbol y su Un millón de gotas.
Pasen de los guays que ahora critican a Nick Pizzolato y lean Galveston
. Después, díganme si no es una novela a lo James Lee Burke, un libro donde hay verdad, vida, dureza.
Ríanse un rato con Carlos Salem y su Camino de ida o cualquiera de sus otras obras, que ahora reeditan en Navona.
Dense un paseo por el catálogo de Rossell, otra editorial pequeña y valiente donde podrán encontrar aproximaciones al género tan notables como En el país de las sombras, de Gibert Gallerne, premio Quai des Orfèvres; o por el de Yulca, que se estrena con la sugerente En Taormina, en invierno, de Antonello Carbone.
Y sobre todo, lean y disfruten. Vive le noir!

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