Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

26 feb 2012

Adiós de un periódico

Adiós de un periódico

Por: | 25 de febrero de 2012
Cuando iba a escribir este post lamentando la desaparición del diario ´Público`, que dejó de existir ayer, me encontré en mi teléfono un correo de una web de índole religiosa que titulaba así la primera de sus noticias: "El diario ´Público` ya no difundirá más el laicismo radical a través de su edición impresa".
Esa imprecación malvada sirve para certificar, también, el disgusto que sentimos muchos de los que hemos lamentado esta pérdida en la prensa diaria española. Por ser laico y radical, por haber sido testimonio del pensamiento y el trabajo de los profesionales que lo hacían, por haber sido una competencia leal y audaz a los que, lógicamente, queríamos que nuestro diario fuera mejor, los compañeros de ´Público` se merecen hoy el respeto de sus competidores y debieran merecerse, en un país no marcado por el cainismo, el respeto de sus adversarios.
No ha sido así en vida, no es así tampoco en la despedida.
Pero ellos, los compañeros cuyo diario deja de salir, e incluso esos adversarios que se declaran enemigos tan despiadadamente gozosos, saben que este país se hizo así y así se hace. Para terrible memoria de nuestro tiempo.
En todo caso, de esas desagradables reacciones mezquinas no quería hablar, sino del periódico que se va.
Han procurado una audiencia, la han tenido, han procurado, en medio de una crisis enorme de la publicidad, un rincón en el que sobresalir, y de pronto el hacha más terrible de la crisis publicitaria los halló trabajando pero ya sin porvenir. Hicieron del final de su trabajo una heroica profesión de fe en el periodismo en los tiempos oscuros (Brecht decía: "Hay que cantar también en los tiempos oscuros") y hubiera sido bueno que las promesas que recibieron de financiación para durar se hubieran sustanciado finalmente. Y finalmente el empresario, desde Hollywood, dijo que estaba jodido pero que ya no podía seguir. Y esa misma tarde, ayer, dieron por concluida su residencia en la tierra. Ojalá todos y cada uno hallen acomodo feliz en el futuro que es, y que me perdone Brecht, tan oscuro para el oficio.
Despedir un periódico, y en España ya se han despedido demasiados, es una de las tareas más difíciles para quienes estamos en el oficio. Hacerlo, salir a la calle, encontrar en el camino dificultades que se salvan, noticias que te hacen reencontrar con la vida que elegiste, es uno de los privilegios que nos han hecho tan felices; recuerdo siempre aquella exclamación de Albert Camus en medio de la guerra, cuando acabó un ejemplar vibrante de ´Combat`brindando con estas palabras: "¡Vale la pena vivir para este oficio!"
Sé que los valerosos compañeros que ayer decidieron echar el cierre antes del tiempo que prolongaba la agonía encontrarán en esta carrera difícil lugar donde brindar de nuevo por haberlo hecho. Lo deseo como antiguo periodista que soy y como compañero que ha visto nacer y morir y morir y nacer.
Y, por cierto, me gustaría acabar por donde empecé. Mi madre me recordaba siempre lo que gritó el anarquista Ferrer cuando iba a ser ajusticiado a principios del siglo XX por sus ideas acerca de la vida y de la escuela:
"¡Vivan los niños! ¡Vivan las escuelas laicas!"
Viva, pues, el laicismo radical, viva la escuela laica, vivan los niños, y viva el periodismo que lo pueda gritar.

Shakira - Hay Amores

Esta Noche es la entrega de los Oscars.

Esta es la noche del Oscar


Sí, muy artificial, muy americano, muy comercial, pero sigue siendo el Oscar, y como se suele decir "algo tendrá el agua cuando la bendicen", aunque pocos se acuerden de Clift Robertson, Gloria Stuart o Lewis Milestone, que ganaron una estatuilla, y sigamos recordando la elegancia de Cary Grant, la dureza de Robert Mitchum o la belleza letal de Kim Novak, que nunca la consiguieron.
 Es la magia del cine, pero también es cierto que la mayor parte de los nombres legendarios tuvieron al menos una vez un Oscar en sus manos.
 Pasa lo mismo que con los Premio Nobel de Literatura. En cualquier caso, esta noche es especial para el cine.
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APUNTES A DESTIEMPO
Y yo me pregunto: Si la película se llamaba El Tercer hombre, ¿por qué solo están Joseph Cotten y Orson Welles en la foto? Welles parece decirle a Cotten "Desengáñate Joseph, el premio será este año para José Ferrer por Cyrano de Bergerac" (a Cotten tampoco le dieron nunca un Oscar). El tercer hombre debe ser Oliver Reed, que fue nominado al Oscar al mejor Director en 1951 por esa película, que ganó Mankiewicz por Eva al desnudo.
Y andaban por allí nada más y nada menos que Huston, Wilder, Cukor, Bette Davis, William Holden, James Stewart, Eleanor Parker y siempre Disney.
Fue el año de, además de las mencionadas, La jungla del asfalto, La minas del rey Salomón, El halcón y la flecha, Arroz amargo, Flecha rota y es el de Cenicienta, una de las joyas de los dibujos animados clásicos.
 En Sunset Boulevard (llamada en España El crepúsulo de los dioses), aparecían dioses de la talla de Gloria Swanson, Buster Keaton, Erich von Stroheim y hay un cameo memorable de Cecil B. De Mille, que tampoco recibió nunca un Oscar ni como productor ni como director, a pesar de haber sido uno de los fundadores de la Academia y del Hollywood que hoy conocemos.
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¿Que por qué traigo ahora esa ceremonia de 1951? No sé, tengo predilección por ese año, porque creo que hubo una muy de buena cosecha en casi todo, pues se publicaron El guardián entre el centeno, Memorias de Adriano y, por qué no decirlo, La Colmena. Y dejémonos de tonterías, según Carlos Tena y otros historiadores, el 6 de octubre de1951, a mediodía en Nueva York, el disc jockey Alan Freed le puso nombre al rock and roll por primera vez en una emisión de radio.
***
Cotten.- Orson, ¿cuándo voy a ganar un Oscar? Soy tan bueno como Cooper, Gable o Bogart.
Welles.- Nunca, Joseph, nunca. Los Oscars son para los niños bonitos como Gary Grant, Robert Taylor, y Tyrone Power. (Vaya ojo tenía el citizen Kane).

Poesía de Pedro García Cabrera,

Biografía múltiple

Tú misma un día escribirás tu historia.

Islas que tienen de coral el beso
y las raíces, pirámides de sombra
y nidos de volcanes, te dibujan
-gemelas de tus altos miradores-
en cartas ausentadas de tus ojos
que pulsan el insomnio de las velas.
Son imágenes tuyas, anagramas
de soledad de boca sin amante,
maduras de esperar, madres de mitos
con ángeles tatuados y tambores,
fieles viñetas de tu biografía.

(La rodilla en el agua, 1934-1935