Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

30 ene 2013

El juez acusa a Urdangarin de actuar ilegalmente para enriquecerse

El magistrado explica el porqué de la fianza millonaria en un auto de 542 páginas

El auto desgrana la nulidad de los acuerdos con los Gobiernos valenciano y balear.

El duque de Palma, Iñaki Urdangarín, en la semifinal del Campeonato del Mundo España 2013 de balonmano. / Alberto Estévez (EFE)

El duque de Palma, Iñaki Urdangarin, y su socio, Diego Torres,“se desentienden de las reglas que rigen la contratación pública con tal de conseguir su objetivo, que no es otro que el de desviar fondos públicos en beneficio propio o ajeno”. Así se pronuncia el juez José Castro, que investiga la supuesta apropiación indebida de fondos públicos de Urdangarin y Torres a través del Instituto Nóos, en un auto de 542 páginas en el que explica el porqué de la fianza civil de 8,1 millones de euros que ha impuesto a los dos imputados, solidariamente
. En él desgrana también la nulidad de los acuerdos millonarios obtenidos con la Generalitat Valenciana y el Gobierno de Baleares.
En el auto el juez constata que existió “utilización fraudulenta y deliberadamente de la figura del convenio para eludir la aplicación de la Ley de contratos del sector público” y que ambos se beneficiaron de decisiones arbitrarias, adoptadas mediante "un ejercicio abusivo de poder, cuya finalidad era únicamente beneficiar a una determinada entidad, al margen de cualquier consideración de utilidad o necesidad pública”.
Al dibujar el cuerpo de los supuestos delitos cometidos, el juez Castro asegura que el Instituto Nóos “dista abismalmente de poder ser considerada como una entidad carente de lucro” y rechaza el “desprendimiento económico del que dicen haber hecho gala [Urdangarin y Torres] y del que se prevalecieron para obtener contrataciones públicas”.
El juez puntualiza además que Iñaki Urdangarin permaneció ligado a Nóos más allá de su cese como presidente de la institución en marzo de 2006 y pese a que la Casa del Rey le había exigido que abandonara sus negocios.
 “De hecho lo siguió siendo [presidente] con posterioridad”, según consta en “innumerables datos”, explica en el auto. “Siempre estuvo participando activamente en su administración” y por ello “siguió negociando” con la entidad, asegura el juez, sobre la base de la argumentación presentada por la Fiscalía Anticorrupción
El juez señala la supuesta autoría de Urdangarin y Torres que, han tenido "intervención activa, en unión de otras personas", en los hechos investigados
. Por eso, justifica la imposición de una fianza millonaria en que ambos aparecen en el auto como autores centrales porque son los que perpetran los delitos, "derivando los fondos ilícitamente obtenidos hacia las sociedades de su entorno".
El auto admite que no es el momento procesal para calificar la autoría de los hechos, pero atribuye igualmente a Urdangarin y Torres la posibilidad de ser autores de los delitos instrumentales continuados de falsedad en documento oficial y en documento mercantil, de prevaricación, de malversación de fondos públicos y de fraude a la Administración.
Por otra parte, al duque de Palma se le atribuye, por hechos sucedidos tras la apertura de la pieza de la fianza, tres posibles delitos contra la hacienda pública, mientras que a Torres se le achaca uno.

 

Desde el trópico de Cáncer: "Resetear" la democracia

Desde el trópico de Cáncer: "Resetear" la democracia

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En este enlace puedes acceder a mi blog si es que te apetece. Saludos amigo

"Resetear" la democracia

"Resetear" la democracia




Viñeta de Forges en "El País"
Decía el sociológo aleman Max Weber (1864-1920) en El político y el científico (Alianza, Madrid, 1967) que hay dos formas de hacer política: una, la de los que viven para la política; otra, la de los que viven de la política. Paradójicamente, Weber piensa que son mucho más importantes los segundos que los primeros. Sobre todo en una democracia representativa como la nuestra, la de la tradición liberal occidental.

Y ahora, un repaso a los críticos. El escritor Javier Marías no se corta un pelo en su desprecio a la clase política. En "Más idiotas de lo que parecen" (El País Semanal, 20/1/2013) centra su crítica en la persona del presidente del gobierno, aunque también mete en la misma cesta al del Tribunal Supremo y a uno de los portavoces del PP. ¿Se pasa? No lo creo, aunque el artículo resulte más sarcástica de lo que es habitual en él.

Otro al que se le ve bastante harto es al también escritor Manuel Vicent en su artículo "Descarga" (El País, 20/1/2013). Pienso, como él, que el gobierno, el partido que lo sustenta, y la clase política en general, están jugando con fuego y que esto puede estallar en cualquier momento. El problema no es que se quemen ellos -la pandilla de sirvergüenzas que han engolfado el país, la democracia y la política- en la explosión, el problema es que podemos arder todos.

Mal, muy mal está la situación cuando un profesor tan prestigioso y siempre ponderado como Fernando Vallespín, en su "Sin palabras" (El País, 17/1/2013) se ve empujado a escribir tan durísimo alegato y solicitar el "reseteo" o reinicio de la democracia española y la necesidad imperiosa de un nuevo pacto constitucional.

Jesús Ferreiro, otro escritor, le canta las cuarenta en "¿Liberalismo o barbarie?" (El País, 18/01/2013) a la "casta financiera" y se pregunta que tiene o le queda de "liberal" y si veremos alguna vez a algún banquero en la cárcel. Tengo la impresión de que no. Y no me pregunten la razón de mi escepticismo; hoy no tengo excesiva predisposición al chiste fácil.

Y sobre el sentido de la palabra "liberal" en política y en economía, palabra -por cierto- de origen español, escribe también Álvaro Delgado-Gal. Lo hace en "Neoliberalismo y corrupción" (Revista de Libros, enero/febrero 2013) un documentado artículo que, dada la nula predisposición del autor hacia la "izquierda", resulta doblemente esclarecedor para comprender las falacias del neoliberalismo rampante que nos está asfixiando.

Termino haciendo mención, rápida, al vídeo con el que acompaño la entrada, un reportaje del grupo "Democracia 4.0" sobre las virtudes de la democracia participativa a través de las redes sociales e Internet.

Personalmente no tengo excesiva confianza en esas presuntas virtudes de la democracia en red como medio de participación política, si es que con ello se pretende sustituir la democracia representativa y parlamentaria. Hace ya un tiempo, en un libro que ha merecido la consideración de convertirse en un clásico de la ciencia política (La democracia y sus críticos, Paidós, Barcelona, 1993) el profesor Robert A. Dahl (1915), quizá el mayor estudioso de la democracia del siglo XX dedicó el último capítulo del mismo a formular un bosquejo de iniciativas sobre como podría ser la democracia del mañana en un país democráticamente avanzado.

En base a lo expuesto por Dahl en el libro citado, pienso que una fórmula mucho más factible de democracia participativa que la defendida por los partidarios de la democracia "directa" en red podría ser la de la constitución de "consejos populares" de entre cincuenta y cien personas, elegidos por sorteo entre los ciudadanos mediante un procedimiento similar al de los jurados,  a los que el gobierno debería someter obligatoriamente antes de su envío al parlamento las bases de cualquier proyecto legislativo, para que en audiencias públicas y con participación de representantes de todos los grupos políticos dichos consejos dictaminaran, aunque los dictámenes no fueran vinculantes para el parlamento, sobre su oportunidad y conveniencia.

Post scríptum 1: El País de hoy aporta al debate que nos ocupa un interesante artículo titulado "¿Qué hacer con la corrupción?" , escrito por los  los profesores  José Antonio Gómez y César Molinas, en el que se insta a la elaboración de una nueva ley de partidos políticos, similar a la alemana, que les obligue a la transparencia económica y la democracia interna, arrebantando el omnímodo poder de sus dirigentes y devolviéndolo a los militantes, simpatizantes y votantes de los mismos. ¿Necesario?, sí, por supuesto. ¿Difícil?, también; pero no imposible. Se lo recomiendo.

Post scríptum 2: "Resetear" no es palabra española aceptada, aún; de ahí el entrecomillado. Reiniciar sería el término más correcto en nuestro idioma, pero la he conservado en el título de la entrada porque es así como la cita el profesor Vallespín en su artículo.

Post scríptum 3: Termino por hoy con este artículo de la escritora Lucía Etxebarría titulado "¿Rajoy es tonto y analfabeto?" (Revista Digital AllegraMag, 20/1/2013) en el que la afamada novelista nos anima a difundir lo que a estas alturas es un secreto a voces, que el señor presidente del gobierno, don Mariano Rajoy, y el partido que lo sustenta son, además de unos incompetentes manifiestos, unos sinvergüenzas, cínicos e hipócritas sin remedio. Nada nuevo...

Y sean felices, por favor, a pesar de las dificultades y del gobierno que padecemos. Y como decía Sócrates, "Ιωμεν". Tamaragua, amigos. HArendt
Su Blog Trópico de Cáncer es muy interesante de ahi saqué este texto. Gracias.

Hannah Arendt

H  a  n  n  a  h      A  r  e  n  d  t  .   c  l
| ¿Por qué Arendt?

Filósofa, politóloga, estudiosa del mundo clásico, la poesía, la historia y la teología cristiana y judaica, Hannah Arendt es una intelectual fundamental del siglo XX cuya filosofía tiene una gran influencia en el mundo contemporáneo. 
Judía, ciudadana alemana, miembro de una familia acomodada, y huérfana de padre a temprana edad.
 Heredera de la tradición intelectual romántica alemana, admiradora de Goethe y de Hölderlin.. Alumna de Husserl, de Heidegger y de Jaspers, formada, sobre todo, por la enseñanza y la amistad de este último.
 Fenomenóloga, entonces, escribe una tesis doctoral sobre la experiencia agustiniana del amor, y que más tarde deriva hacia la política, esto, más que por decisión propia por ‘la fuerza de los hechos’ a la que se ve sometida.
 Casada dos veces, y separada una. Refugiada en Paris y, es detenida en un campo de internamiento francés para judías de donde escapó pocos días antes de la llegada de los nazis.
 Se refugia luego en E.E.U.U. Allí se convierte en profesora de filosofía y de política en varias universidades. No tiene jamás hijos
. Publica en inglés sus más importantes obras. Hannah Arendt vive en Nueva York hasta su muerte en 1975.
Su obra traspasa, constantemente, las fronteras disciplinares del saber, para abordar problemas fundamentales del mundo contemporáneo:
 Por una parte, el totalitarismo y su vínculo con el mundo moderno y el sentido de lo político, más allá de la administración y organización moderna de la política. 
La conflictiva relación entre filosofía y política, que se remonta al menos al juicio de Sócrates. 
La tradición republicana y su discontinua pero también fundamental herencia para el mundo moderno. La acción política como experiencia originaria de lo político y del poder -en el peculiar sentido que la autora le da a este último concepto-
. Por otra parte, las relaciones entre lo público y lo privado como dos órdenes diferentes de la vida práctica. Los problemas de responsabilidad individual y colectiva de las sociedades post-totalitarias frente a la latente presencia de aquella nueva forma de mal que es el ‘mal banal’ o la banalidad del mal (banality of evil). 
 Los problemas de la falta de libertad y la legitimación de la violencia en este mundo post-totalitario, la despolitización general de un mundo que ya no necesita del terror para mantener neutralizada la posibilidad de la experiencia política.
 En definitiva, su asunto es el ‘mundo’, como gran supuesto de la acción política y del espacio de aparición de lo público, y la consecuente responsabilidad frente a él.
Hannah Arendt es una pensadora que tiene una obra filosófica propia.
 En ella elabora una síntesis reflexiva, si bien a veces fragmentaria, de algunas de las más importantes tradiciones del pensamiento filosófico y político occidental. 
Pero, al mismo tiempo y de manera autónoma, se mueve y asume en éste un punto de vista siempre original y específicamente contemporáneo.
 Esto la convierte en una filósofa en ocasiones difícil de seguir y casi siempre imposible de clasificar, pero que provee, desde su ‘pensar independiente’, algunas de las principales claves para formular y repensar los problemas, conceptos, y posiciones que interrogan los acontecimientos políticos e intelectuales más cruciales de nuestro tiempo.
Es innegable que Hannah Arendt cruza con su vida y su experiencia de pensamiento gran parte del siglo XX, convirtiéndose en una espectadora privilegiada de esta época, con sus horrores y dilemas. Siempre dispuesta a ser interpelada por la realidad y el mundo y a pensar desde ésta su propia inserción en él. 
Su vida así como su obra están instaladas en el horizonte contemporáneo y sus experiencias radicales, reflejando de manera fiel e inédita la experiencia de un mundo que también, en algún sentido al menos, es todavía el nuestro.