Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

30 ene 2016

Investigación y tradición.................................................................... Boris Izaguirre

Investigaría porqué Louis Vuitton no incluyó a Rita Barberá en su campaña de figuras conocidas que lucen sus productos, siendo la exalcaldesa una de las que más promoción gratis les ha hecho.

Rita Barberá rebusca en su bolso Louis Vuitton durante un pleno de las Cortes Valencianas en 2010. 
La polémica suscitada por la foto de Fran Rivera toreando una vaquilla ensangrentada, sosteniendo a su hija de cinco meses en un brazo, ha reabierto el debate sobre si los toros dan o no una mala imagen de nuestro país.
 En muchas partes del mundo consideran nuestra Fiesta una conflictiva y penosa relación entre animales y personas
. Rivera ha respondido que él está perpetuando una tradición, lo que también puede entenderse como el tradicional empeño por imponerle a tus descendientes lo que a ti te gusta.
 La polémica ha llevado a otros toreros a publicar fotos con sus hijos y vaquillas.
 Los diestros creen que sus imágenes hablan de solidaridad pero las que permanecen calladas son sus vaquillas y sus niñas.
 Nos gustaría saber si están tan de acuerdo.
 Si yo hubiera tenido descendencia, ¿habría tenido que enseñar a mis hijos a desnudarse en televisión?
Mientras todo esto se torea, sale a la luz un nuevo caso de corrupción administrativa en Valencia, involucrando a altos cargos del Gobierno local.
También puede ser una tradición, del PP y en Valencia, que podría viajar de generación en generación. El caso apunta hacia la exalcaldesa Rita Barberá, que es ahora senadora en una cámara legislativa que tiene como función servir de asilo a políticos veteranos que puedan contribuir con su experiencia y aforamiento a mantener la tradición democrática.
 Todo queda en casa.
Gracias a este escándalo, hemos constatado que la palabra “imputado” ya no está de moda.
 Ahora a los imputados se les llama “investigados”. Deberíamos investigar en qué momento imputado perdió su áurea.
 ¿Sería un problema de rima? Porque si imputada rima con putada, investigada pega con nada, que es más o menos donde tradicionalmente sospechamos que terminan muchas investigaciones.
Pero, ¿qué le pasa al PP con el dinero fácil y la corrupción? ¿Será que les gusta ser niña o vaquilla de esa faena?
 No hace falta tener memoria de elefante para enumerar una lista de casos, en orden alfabético, Bankia, Gürtel, Nóos, Púnica y ahora Taula, que sugieren un way of life asumido casi como tradición en el partido
. Sin olvidar el asesinato de la presidenta de la Diputación de León, cuyo juicio nos está dejando un culebrón de madres, hijas, acoso sexual con el fuerte
 uicio nos está dejando un culebrón de madres, hijas, acoso sexual con el fuerte carácter de la gente de Astorga, que en cualquier momento lo vemos convertido en una serie de Netflix
. Probablemente durante los años de bonanza te corrompías porque sabías que había pelas para todos y no te iba a pasar nada.
 Ahora, eso ha cambiado, al PP le puede salir caro este nuevo escándalo.
En una de las grabaciones de la investigación Taula se hace alusión a una serie de bolsos de una marca francesa presuntamente regalados a “La Jefa”, un supuesto apodo de Rita Barberá, la exalcaldesa de Valencia.
Recordé esas imágenes de Barberá acudiendo a los actos de solidaridad con Francesc Camps bien apertrechada de su bolso Louis Vuitton.
 Yo investigaría el porqué Louis Vuitton no incluyó a Barberá en su campaña promocional de figuras conocidas que lucen sus productos, siendo ella una de las personas que más promoción gratis ha hecho de la firma de marroquinería francesa en España y en el mundo.
No sé si igual de acorazadas y tranquilas pueden estar Consuelo Ciscar, exdirectora del centro de arte IVAM, quien podría haber adquirido obras de arte con sobreprecios tan altos como la inflación de Venezuela, y Begoña Rus, esposa del expresidente de la Diputació de Valencia y exalcalde de Xàtiva, hoy detenido y muy enredado en la trama Taula
. Consuelo y Begoña no son más que dos simpáticas radicales que comparten el mismo gusto antisistema por los cardados y la ropa extravagante, como si eso fuera una tradición valenciana.
Quizás por ellas, anoche soñé que volvía a Dinastía
. Recordé inmediatamente sus coches, sus trajes, su filosofía y entendí que Begoña Rus puede ser una de las pocas personas que ha visto esa serie más veces que yo
. Ahí acaban las coincidencias y empiezan las diferencias.
 Begoña apostó ciegamente tanto por su marido como por Krystle, la rubísima nueva esposa del jefe del clan, mientras que yo me retrataba más con Alexis, su primer matrimonio.
 Todos recordamos con envidia la libertad de movimientos y abultado presupuesto, con fondos privados, de Alexis, pero Begoña de Rus, llamada La Rusa, se sentía mucho más cerca de Krystle y ese deseo rubio y aspiracional lo vivió al ritmo despreocupado de Celia Cruz.
Y el resultado no hay más que verlo.
Begoña me recuerda también a la esposa de Jesús Gil, que en los noventa, esa década en la que todo fue posible, incluso el pacto político entre José María Aznar y Jordi Pujol, convirtió lo hortera en moda.
Incluso en tradición.

 

Leguina, Corcuera, Solchaga… los viejos del PSOE montan una comida conspiratoria

El expresidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina - Foto EFE
Cuentan que los principales promotores han sido Joaquín Leguina, expresidente de la Comunidad de Madrid y José Luis Corcuera, exministro del Interior
. Han llamado a los históricos del PSOE y les han convocado este jueves en torno a una mesa para debatir y parir un documento.
 Una especie de cenáculo conspiratorio frente a las intenciones de Pedro Sánchez de llegar a La Moncloa apoyado en Podemos
. La cita será en el Hotel Puerta de Toledo sin límite de hora.
Entre las personas que están convocadas se encuentran Carlos Solchaga, Juan Manuel Eguiagaray, Francisco Fernández Marugan, más exministros y algunos de los que están ahora peleando con la dirección del PSOE, como es el caso de Antonio Miguel Carmona.
Esperan reunir a cincuenta personas con peso en la historia del PSOE en los últimos años.
 Algunos hablan de elaborar un manifiesto para enviarlo al Comité Federal del PSOE del próximo fin de semana, que Pedro Sánchez llegó a pensarse si suspenderlo por miedo a los barones.
Otros prefieren hablar de un documento, una carta, de abrir un debate…
Pero en el fondo todos piensan que el PSOE no puede gobernar con el apoyo de Podemos. Consideran que si la alternativa de apoyar al PP es mala, la de unirse a Podemos es peor y supondría el final del PSOE.

LIBROS DE ESTA SEMANA / La grosera invasión del materialismo

 LIBROS DE ESTA SEMANA / La grosera invasión del materialismo


  • El jipi y capitalista Steve Jobs

    El jipi y capitalista Steve Jobs


    Una buena caja de herramientas

    Contra la narrativa oficial

    Desde el fondo del cubo, con amor

     

     

 

Negra, ‘black’ y ‘noir’..................................................................... Berna González Harbour

La novela criminal evoluciona para incorporar nuevos temas, geografías y tecnología y adaptarse al mundo global. No cambia su calidad, pero sí logra una mayor acogida.

 

Ilustración de Fernando Vicente.
Hubo una liga de primera división que no tuvo muchos laureles. Chandler, Hammett o después Patricia Highsmith —con permiso de Conan Doyle y Agatha Christie— se hicieron grandes con el aplauso del público, pero sin gran reconocimiento porque la novela criminal era un género menor. Hoy, está de moda y su reconocimiento desborda a veces la propia calidad de la obra publicada porque (tengan cuidado): además de la primera división hay segunda, tercera y hasta quinta, y no siempre están diferenciadas
. Pero lo cierto es que lo negro/gris/intriga/thriller/policiaco/antipoliciaco y sus autores crecen al calor de premios (Leonardo Padura, Príncipe de Asturias; Jorge Zepeda y Alicia Giménez Bartlett, Planeta; Víctor del Árbol, Nadal), del éxito y de una renovación galopante al ritmo de la actualidad. Su contagio del cine y viceversa también ha jugado un papel, ya que ambos lenguajes se alimentan de una representación visual común, cercana al público, y de una sintonía que comparten intensamente con el espectador/lector.
¿Fue antes el Galveston de Pizzolatto o True Detective? ¿Fue Bron antes serie o novela, o es que nunca fue novela? ¿Fue Boardwalk Empire antes una novela potente o su potencia cinematográfica atrajo después a un grande como Dennis Lehane?
He aquí algunas respuestas:

—Sí, Pizzolatto escribió Galveston antes de la serie, pero la mayoría lo leímos después.
—No, Bron no fue novela.
—Y sí, Boardwalk… fue una novela de Nelson Johnson que adquirió fama después de que la comprara HBO. Lehane se sumó luego como guionista en alguno de los capítulos.
El propio Quirke, el lúgubre y pesaroso personaje de Benjamin Black que suma éxitos en unos 30 países, fue una creación para televisión que descarriló y que John Banville convirtió en materia de libros con una nueva firma negra para la ocasión: Black.
 Buena parte de los 14 autores internacionales entrevistados para este reportaje son guionistas, desde Peter May (el nuevo fichaje de Salamandra) a Lauren Beukes (Siruela) o Pierre Lemaitre (Alfaguara). Reservoir ha fichado a Noah Hawley (Bones, Fargo).
Y la trilogía de Erik Axl Sund (Roja & Negra) pronto será una serie, como antes Chandler encontró aliados en Howard Hawks o Robert Altman, salvando las enormes distancias.

Ilustración de Fernando Vicente.
Hubo una liga de primera división que no tuvo muchos laureles. Chandler, Hammett o después Patricia Highsmith —con permiso de Conan Doyle y Agatha Christie— se hicieron grandes con el aplauso del público, pero sin gran reconocimiento porque la novela criminal era un género menor. Hoy, está de moda y su reconocimiento desborda a veces la propia calidad de la obra publicada porque (tengan cuidado): además de la primera división hay segunda, tercera y hasta quinta, y no siempre están diferenciadas. Pero lo cierto es que lo negro/gris/intriga/thriller/policiaco/antipoliciaco y sus autores crecen al calor de premios (Leonardo Padura, Príncipe de Asturias; Jorge Zepeda y Alicia Giménez Bartlett, Planeta; Víctor del Árbol, Nadal), del éxito y de una renovación galopante al ritmo de la actualidad. Su contagio del cine y viceversa también ha jugado un papel, ya que ambos lenguajes se alimentan de una representación visual común, cercana al público, y de una sintonía que comparten intensamente con el espectador/lector.
¿Fue antes el Galveston de Pizzolatto o True Detective? ¿Fue Bron antes serie o novela, o es que nunca fue novela? ¿Fue Boardwalk Empire antes una novela potente o su potencia cinematográfica atrajo después a un grande como Dennis Lehane? He aquí algunas respuestas:
—Sí, Pizzolatto escribió Galveston antes de la serie, pero la mayoría lo leímos después.
—No, Bron no fue novela.
—Y sí, Boardwalk… fue una novela de Nelson Johnson que adquirió fama después de que la comprara HBO. Lehane se sumó luego como guionista en alguno de los capítulos.
El propio Quirke, el lúgubre y pesaroso personaje de Benjamin Black que suma éxitos en unos 30 países, fue una creación para televisión que descarriló y que John Banville convirtió en materia de libros con una nueva firma negra para la ocasión: Black. Buena parte de los 14 autores internacionales entrevistados para este reportaje son guionistas, desde Peter May (el nuevo fichaje de Salamandra) a Lauren Beukes (Siruela) o Pierre Lemaitre (Alfaguara). Reservoir ha fichado a Noah Hawley (Bones, Fargo).
 Y la trilogía de Erik Axl Sund (Roja & Negra) pronto será una serie, como antes Chandler encontró aliados en Howard Hawks o Robert Altman, salvando las enormes distancias.
El trasvase entre ambos mundos, pues, está servido.
Género visual, de atmósferas y trazos claros, de personajes empáticos y tramas de tinte social, lo cierto es que lo negro crece, evoluciona, se adapta e incorpora temas, geografías, tecnología y recursos fantásticos o históricos a discreción.
Anik Lapointe, editora: 
“La calidad siempre ha estado presente en el género para el que ha querido prestar atención”
Que ha ampliado fronteras lo sugiere que la última apuesta de Siruela, la sudafricana Beukes, no siembra las páginas de cadáveres con un tiro en la mandíbula o un navajazo en el estómago.
 Eso, la rutina del crimen común, parece superado cuando agarras estas páginas sangrientas
. La víctima de Monstruos rotos tiene tronco de niño y piernas de ciervo.
 Y me dirán ustedes: la primera víctima de Bron ya fundía dos mitades de mujeres diferentes bajo la apariencia de un solo cadáver, y además lo hacía en la línea fronteriza en el puente que une Suecia y Dinamarca en una sobredosis de atmósfera nórdica como para tumbar a los más frágiles.
 Pero es que Beukes no nos habla de mezcla de humanos, sino de animal y humano que se unen como el Minotauro o las sirenas en la mitología griega, y lo hacen además en Detroit, la ciudad metáfora de las fracturas, el derrumbe que vivimos.

Ilustración de Fernando Vicente.
Hubo una liga de primera división que no tuvo muchos laureles. Chandler, Hammett o después Patricia Highsmith —con permiso de Conan Doyle y Agatha Christie— se hicieron grandes con el aplauso del público, pero sin gran reconocimiento porque la novela criminal era un género menor. Hoy, está de moda y su reconocimiento desborda a veces la propia calidad de la obra publicada porque (tengan cuidado): además de la primera división hay segunda, tercera y hasta quinta, y no siempre están diferenciadas. Pero lo cierto es que lo negro/gris/intriga/thriller/policiaco/antipoliciaco y sus autores crecen al calor de premios (Leonardo Padura, Príncipe de Asturias; Jorge Zepeda y Alicia Giménez Bartlett, Planeta; Víctor del Árbol, Nadal), del éxito y de una renovación galopante al ritmo de la actualidad. Su contagio del cine y viceversa también ha jugado un papel, ya que ambos lenguajes se alimentan de una representación visual común, cercana al público, y de una sintonía que comparten intensamente con el espectador/lector.
¿Fue antes el Galveston de Pizzolatto o True Detective? ¿Fue Bron antes serie o novela, o es que nunca fue novela? ¿Fue Boardwalk Empire antes una novela potente o su potencia cinematográfica atrajo después a un grande como Dennis Lehane? He aquí algunas respuestas:
—Sí, Pizzolatto escribió Galveston antes de la serie, pero la mayoría lo leímos después.
—No, Bron no fue novela.
—Y sí, Boardwalk… fue una novela de Nelson Johnson que adquirió fama después de que la comprara HBO. Lehane se sumó luego como guionista en alguno de los capítulos.
El propio Quirke, el lúgubre y pesaroso personaje de Benjamin Black que suma éxitos en unos 30 países, fue una creación para televisión que descarriló y que John Banville convirtió en materia de libros con una nueva firma negra para la ocasión: Black. Buena parte de los 14 autores internacionales entrevistados para este reportaje son guionistas, desde Peter May (el nuevo fichaje de Salamandra) a Lauren Beukes (Siruela) o Pierre Lemaitre (Alfaguara). Reservoir ha fichado a Noah Hawley (Bones, Fargo). Y la trilogía de Erik Axl Sund (Roja & Negra) pronto será una serie, como antes Chandler encontró aliados en Howard Hawks o Robert Altman, salvando las enormes distancias.
El trasvase entre ambos mundos, pues, está servido.
Género visual, de atmósferas y trazos claros, de personajes empáticos y tramas de tinte social, lo cierto es que lo negro crece, evoluciona, se adapta e incorpora temas, geografías, tecnología y recursos fantásticos o históricos a discreción.
Anik Lapointe, editora: “La calidad siempre ha estado presente en el género para el que ha querido prestar atención”
Que ha ampliado fronteras lo sugiere que la última apuesta de Siruela, la sudafricana Beukes, no siembra las páginas de cadáveres con un tiro en la mandíbula o un navajazo en el estómago. Eso, la rutina del crimen común, parece superado cuando agarras estas páginas sangrientas. La víctima de Monstruos rotos tiene tronco de niño y piernas de ciervo. Y me dirán ustedes: la primera víctima de Bron ya fundía dos mitades de mujeres diferentes bajo la apariencia de un solo cadáver, y además lo hacía en la línea fronteriza en el puente que une Suecia y Dinamarca en una sobredosis de atmósfera nórdica como para tumbar a los más frágiles. Pero es que Beukes no nos habla de mezcla de humanos, sino de animal y humano que se unen como el Minotauro o las sirenas en la mitología griega, y lo hacen además en Detroit, la ciudad metáfora de las fracturas, el derrumbe que vivimos.
¿Son los niños-ciervo de Beukes, adornados con una prosa rápida, envolvente y eficaz, una muestra de que el género amplía fronteras y se atreve a penetrar en mundos más heterodoxos? “Hay un punto de fractura”, asegura Beukes. “Y hay más espacio para jugar con elementos sobrenaturales o de ciencia-ficción”.
Lo mágico no es exactamente nuevo: desde hace años hemos acompañado a John Connolly a la zona de sombras de forma tan natural que ni nos hemos dado cuenta de que aquello era sobrenatural. Tampoco es nueva la ciencia-ficción, la historia ni muchos otros caminos a los que nunca nos acostumbraron los clásicos
. Lo que verdaderamente es nuevo, asegura la editora Anik Lapointe (Salamandra), es la receptividad que ahora ha encontrado el género entre el público.
“Lo que realmente ha cambiado es nuestra percepción de la novela negra, que ha dejado de ser considerada como un género menor y se ha ganado de lleno el favor de un público masivo”, afirma Lapointe.
 “Es difícil dictaminar si los autores contemporáneos han superado o no a escritores clásicos como Chandler, Hammett, Macdonald, Crumley, etcétera.
 Pero lo que sí está claro es que la calidad siempre ha estado presente en el género para el que ha querido prestar verdadera atención”.

 Paco Camarasa, al que el cierre de su librería barcelonesa, Negra y Criminal, no va a quitar su título tan informal como vitalicio de librero por antonomasia del género negro, cree que este ha ido progresando a medida que evoluciona la realidad, incorporando temas que antes no existían.
“El alzhéimer, por ejemplo, hace 10 o 12 años no se sabía bien qué era y ahora ya hay 5 novelas donde esta enfermedad es un elemento clave”, asegura Camarasa.
“Hoy tenemos novelas que transcurren desde Laponia y el mundo sami, de Olivier Truc, a países subsaharianos o los profundos bosques de Canadá”.

Camarasa es comisario de BCNegra, la gran cita del género que arranca estos días en la ciudad de Vázquez Montalbán y que junto a la Semana Negra de Gijón ha abierto el camino a una docena de festivales noir que salpican ya la geografía española (y Facebook), como antes salpicaron las ciudades de Francia. Un gran cambio en el panorama, en opinión de Camarasa: “La nueva novela negrocriminal se ha hecho más global pero también más local”.
Y es que la negra puede trufarse de elementos irreales como los de Connolly o Beukes o pegarse al polvo hasta hacértelo sentir en la garganta como el ya citado e irrebatible Galveston (Salamandra). Todo está abierto.